La reproducción del galgo

Introducción. Ciclo reproductivo de la perra.

El ciclo reproductivo o también llamado ciclo estral de la perra se denomina al proceso completo que sucede en la hembra entre dos celos. Este ciclo consta de cuatro fases llamadas proestro, estro, diestro y anestro, siendo las fases de proestro y estro las que conocemos como “celo”.

Las perras alcanzan la madurez sexual entorno a los 6-18 meses de edad. El tiempo transcurrido entre celos suele ser de 6 meses, aunque se puede alargar en galgas hasta los 12-13 meses, o incluso se da el caso de que su primer celo pueda ser silente (no vemos que sale a celo) o pueda ocurrir a partir de dos años de edad en adelante, siendo por ello la raza del galgo las hembras más tardías y más irregulares con respecto a otras razas caninas. Es este el principal problema que nos encontramos en las galgas a la hora de usar métodos para evitar la aparición de celos o por el contrario para poder sacarlas a celo cuando deseamos.

Las perras no sufren menopausia, es decir, su actividad ovárica y producción de hormonas no desaparecen, aunque si se producen cambios en su ciclo reproductivo. Punto a favor para la cría del galgo ya que por curriculum deportivo la mayoría de hembras se hacen reproductivas alcanzada ya una edad del animal.

Fases del ciclo reproductivo de la perra
  1. PROESTRO

Esta fase es conocida por el periodo de sangrado vaginal que presentan las hembras. Normalmente suele durar entre 6-11 días, aunque puede darse una duración mínima de 3-4 días y máxima 20 días.

En este periodo se produce la atracción del macho por parte de la hembra, pero con rechazo de la monta.

La vulva va aumentando de tamaño a lo largo de estos días. Todos estos cambios en la fase de proestro se suceden por el aumento en sangre de estrógenos, hormona encargada del celo.

 

  1. ESTRO

Esta fase es la que propiamente se conoce cuando la hembra está totalmente receptiva, en celo.

La perra se deja cubrir, levanta y ladea la cola.

La vulva tiene un tamaño mayor, el sangrado se reduce o desaparece totalmente.

La duración normal de esta fase es de 5-9 días, pudiéndose producir de entre 3 y 17 días.

 

En este periodo ocurre la ovulación, que se produce por el aumento de la hormona luteinizante (LH), y comienza a aumentar la progesterona hasta su periodo final. Por el contrario, van disminuyendo los estrógenos.

La ovulación en perras tiene lugar aproximadamente 2 días después de la oleada de LH, siendo inmaduros todavía. Entre 3 a 6 días después del pico de LH los óvulos son fértiles durante unos días.

Este momento de ovulación se puede detectar con los niveles de progesterona en sangre (4-8 ng/ml), siendo a partir de 10ng/ml cuando los óvulos deben de ser maduros. A partir de aquí tendremos 4 días máximos de fertilidad. Este método de diagnóstico se usa principalmente cuando se utiliza semen congelado o de baja calidad. También para semen refrigerado.

 

Generalmente el método a utilizar para controlar el momento reproductivo de una perra es la citología vaginal, método antiguo, eficaz, sencillo y económico, siempre que se sepa realizar una buena interpretación de dicha citología vaginal.

 

  1. DIESTRO

Durante esta fase los niveles de progesterona están altos hasta el momento del parto si la hembra quedara gestante. Por el contrario, terminaría esta fase si no quedara gestante unos 60-150 días después del celo.

La progesterona es secretada por el cuerpo lúteo, formado tras la ovulación para mantener en pausa el ciclo reproductivo de la perra.

 

Si el animal queda gestante, la progesterona bajará poco a poco hasta volver a sus niveles basales (normales), dejando paso a la producción de prolactina, hormona responsable del desarrollo de las mamas.

 

En las perras que sufren pseudogestaciones o “preñez de viento”, puede durar unos 70 días esta fase desde que finaliza el celo o estro.

 

  1. ANESTRO

Es el período de inactividad ovárica. Durante este tiempo no existe interés sexual de las hembras.

Comienza con el parto en perras preñadas. Aproximadamente tiene una duración de 120 días.

Características reproductivas del macho

Como ya sabemos, en el macho no existe fases reproductivas una vez que se alcanza la madurez sexual entre 8-18 meses de edad, siendo a partir de aquí totalmente fértil a lo largo de cualquier época del año. Sin embargo, dependerá del animal y de su producción hormonal, la capacidad y éxito reproductivo del macho.

De forma normal o fisiológica, el semen tiene una viabilidad de 3 a 7 días dentro del aparato reproductivo de la hembra, así como en diluciones correctamente preparadas cuando hablamos de semen refrigerado (5ºC).

El eyaculado del macho se divide en tres partes:

  • Parte prostática: cuando se suceden los movimientos pélvicos. Su función es la de limpiar los conductos para favorecer la viabilidad del semen en su recorrido hacia el exterior.
  • Parte semen: cuando el animal mantiene el nudo copulador y se producen contracciones a nivel del periné (zona entre los testículos y el ano).
  • Parte gel: porción más viscosa en la que se encuentra la función de evitar el avance de otros eyaculados de otros perros que monten la hembra en las siguientes horas.

Como todos sabemos una hembra puede quedar gestante de varios machos.

 

Es importante conocer la calidad del semen de un semental para poder alcanzar el máximo rendimiento reproductivo del perro. Aquí es importante realizar una evaluación de semen siendo aconsejable en varias situaciones a lo largo del año del animal. Principalmente la evaluación se determina de dos formas:

  • Macroscópicamente: volumen, color, viscosidad, olor e impurezas.
  • Microscópicamente: concentración, motilidad y morfología.

Una de las muchas ventajas que nos encontramos en la inseminación artificial es la evaluación previa del semen a la fecundación.

ventajas de la inseminación artificial

La ventaja de la inseminación artificial frente a la monta natural es mucha, siendo la principal la comprobación y evaluación de todas las características a tener en cuenta durante el celo y momento de cubrición de nuestros sementales.

No es lo mismo cubrir a ciegas que conociendo lo que ocurre en el momento de la inseminación. Por ejemplo, se puede dar el caso de que un semental realiza una monta en la que existe eyaculado, aparentemente todo normal pero no hay viabilidad espermática simplemente por unas décimas de fiebre que haya tenido nuestro semental horas atrás.

Otras ventajas son:

  • El uso racional del semen, pudiendo realizar varias montas en tres días con solo un eyaculado del macho.
  • Envío a lugares diferentes, es decir, movimiento genético sin fronteras.
  • Fácil manejo y preparación de dosis de semen.
  • Menor riesgo para nuestros sementales.

 

Son pocos o ningunos los inconvenientes que encontraremos en la inseminación artificial, por ello no comentaremos nada sobre ello.

Cuidados para mejorar la calidez sexual

Una correcta alimentación y un ejercicio moderado, será suficiente para mejorar la calidad espermática y de óvulos de nuestros sementales.

Será prioritario frente al resto de nutrientes la incorporación de ácidos grasos omega 3,6 y 9 para mejorar la calidad de las membranas celulares del esperma, así como también de los óvulos, interviniendo en el éxito de la fecundación.

Un factor muy importante para mejorar también la calidad y cantidad del eyaculado del semental es dejando pasar 3 días entre un eyaculado y otro ya que el ciclo completo de formación y maduración espermática se sucede a las 52 horas.

Si se producen eyaculados continuos solo conseguiremos una menor calidad de semen y consecuentemente un menor éxito de nuestras cubriciones y número de camadas de las hembras.

Cuidados durante la preñez y el parto

Nuevamente, la alimentación es la base principal en este período para conseguir por nuestra parte las mayores condiciones de formación y desarrollo de los embriones y fetos.

Básicamente, durante esta fase es favorable aportarle a la hembra una alimentación destinada a hembras gestantes o directamente un pienso para cachorros. De esta forma conseguimos aportar a la hembra todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de sus fetos y posterior parto y lactancia. De esta forma evitamos que la hembra tenga que aportar de su propio cuerpo y huesos, todos los elementos nutricionales que necesitara en cada período (evolución y desarrollo fetal, contracciones durante el parto, cantidad y calidad de leche durante la lactancia).

El diagnóstico de gestación más temprano que podemos realizar es a través de Ecografía a partir de los 20 días de la última cubrición.

Posterior a 25 días podemos realizar análisis de sangre y enviarla a laboratorio, y alcanzado los 30 días a través de radiografia, ya formado el esqueleto de los fetos, podemos verlos y contar el número con mayor exactitud.

Siempre se recomienda un seguimiento ecográfico, para controlar la viabilidad de los cachorros, así como de la gestación.

Conceptos, ventajas e inconvenientes de la esterilización y la castración de hembras y machos

Diferencia entre castración y esterilización

A continuación, diferenciaremos los conceptos de esterilización y castración que tantas veces nos lleva confusión.

La castración consiste en la extirpación quirúrgica de las glándulas sexuales (testículos en los machos y ovarios en las hembras) lo cual conllevará a la desaparición de actividad sexual (desaparición del celo, el macho no montará, etc.) y desaparición de conductas sexuales secundarias (no se produce el marcaje territorial, disminución de la agresividad, etc.). en algunos casos y dependiendo de la edad del animal pueden permanecer comportamientos sexuales adquiridos, como por ejemplo el perro macho que sigue montando hembras, aunque esté castrado pero que no podrá dejarlas preñadas porque no tiene testículos, sólo es eso…simple conducta animal.

Sin embargo, La esterilización sólo pretenderá evitar la capacidad reproductiva del animal de forma quirúrgica, pudiendo en unos casos conservar los testículos u ovarios y mantener una conducta sexual normal ya que sus gónadas sexuales siguen produciendo hormonas. Un ejemplo muy claro es la vasectomía en el hombre.

 

En definitiva, en la castración se elimina parte de los órganos sexuales mientras que en la esterilización sólo se produce la anulación de su actividad reproductiva. La castración siempre irá acompañada de la esterilización, pero se puede esterilizar un animal sin castrarlo.

Una vez explicadas las diferencias entre castración y esterilización, es importante resaltar que la mayoría de las ventajas de salud sólo se producen con la castración, al desaparecer o disminuir los niveles de hormonas sexuales. Sin embargo, si lo único que nos interesa es evitar camadas, y no queremos ningún cambio en nuestro animal, la esterilización sin castrar podrá estar indicada.

Las técnicas quirúrgicas en los machos son dos:

  1. vasectomía o extirpación de un pequeño fragmento del conducto deferente, el cual conduce los espermatozoides hacia la uretra y el pene, respetándose la integridad del resto del aparato reproductor (sólo esterilización).
  2. orquiectomía o extirpación de los dos testículos (castración y esterilización).

En el caso de las hembras:

  1. ligadura de trompas, evitando el paso de los óvulos al cuerno uterino y posterior caída al útero (solo esterilización).
  2. histerectomía o extirpación del útero y los cuernos uterinos (esterilización y castración).
  3. ovariohisterectomía en la que extirparemos útero, cuernos y ovarios (esterilización y castración).
  4. ovariectomía o extirpación únicamente de los ovarios. Se aconseja sólo en perras de muy corta edad, no aportando ventajas (esterilización y castración).
Ventajas

En el caso de los machos, la castración nos permitirá un mejor control de la conducta de animales muy impetuosos y/o agresivos; se reduce o elimina la conducta de marcaje urinario; disminuye la tendencia a escaparse y al vagabundeo; y además previene los tumores testiculares, de próstata, perianales, etc.

Asimismo, la castración suele ser el tratamiento de elección en múltiples patologías de testículos y próstata.

Si hablamos de las hembras, las ventajas que nos aporta la castración evita enfermedades frecuentes en las hembras de útero (tumores, infecciones o piómetras) y de ovarios (quistes y tumores ováricos).

Eliminamos también la aparición de “pseudogestaciones” (preñada de viento) en nuestras perras.

Las perras no salen en celo y, por tanto, evitaremos pérdidas de jornadas de caza o competición al tener que dejarlas sin salir al campo durante el celo.

Y como en el caso de los machos, la castración no afecta en absoluto a la capacidad cinegética de las perras.

Inconvenientes

Como toda cirugía, el postoperatorio conlleva posibles molestias para el animal (muy pequeñas con los anestésicos y analgésicos utilizados en la actualidad), los riesgos de anestesia y los riesgos que dependen de la conducta del animal a la hora de trastearse en la incisión quirúrgica, así como la posibilidad de infecciones secundarias (no es común por su tratamiento preventivo de antibióticos).

Es verdad que otro efecto secundario es la mayor tendencia a la obesidad por el cambio de su metabolismo que se produce, pero que deja de ser un problema si aplicamos una dieta correcta y un ejercicio mínimo.

Falsos mitos

Cruzar a las hembras al menos una vez para prevenir enfermedades.

La castración no afecta en absoluto a la capacidad cinegética ni de machos ni de hembras

En el mundo de los perros de caza este problema está también muy presente y por desgracia con cierta frecuencia los perros que no valen “se quedan” en las fincas, con los problemas que ello produce (perros asilvestrados que atacan al ganado, daños cinegéticos, atropellos, etc.), además de la crueldad en sí misma que entraña para los perros. Las malas prácticas de unos pocos hacen un daño irreparable al resto del colectivo cinegético que actúa con responsabilidad. La esterilización de nuestros perros es, una buena alternativa a estos problemas, contando con beneficios añadidos para la salud, especialmente de las hembras.